Hoy quiero hablaros de un problema bastante frecuente y a veces difícil de percibir por la persona afectada: La halitosis o mal aliento, que alude al conjunto de olores desagradables que salen de la boca, independiente mente de cuál sea su origen.
El mal aliento consiste en la emisión de gases con un olor desagradable, perceptible por otros, a través de la cavidad bucal. Este olor desagradable es más intenso a primera hora del día tras levantarse, ya que durante la noche se produce menos saliva y las bacterias tienen más facilidad para reproducirse. Algo similar ocurre tras varias horas de ayuno, durante situaciones de mucho estrés o tras hablar durante un tiempo prolongado.
La mayoría de las personas que acuden a la consulta con halitosis no suelen reconocer que tienen un problema de mal aliento, ya que les resulta un tema vergonzoso, y normalmente creen que la causa de su problema está relacionado principalmente con problemas de estómago o de digestión.
Al contrario de lo que se asume generalmente, la halitosis es casi siempre producto de una deficiente salud bucodental. La gran mayoría de las causas que están detrás del mal aliento no hay que buscarlas en el estómago, sino en la boca: en un 90% de los casos de halitosis el origen procede de la boca, y más de la mitad de ellos están estrechamente vinculados con enfermedades de las encías.
¿QUÉ TIPOS DE HALITOSIS HAY?
Existen tres tipos de halitosis en función de cómo se diagnostica:
Genuina o verdadera: el mal olor está verdaderamente presente y se puede medir y objetivar.
Pseudohalitosis: cuando no existe mal olor bucal, pero el paciente cree que sí.
Halitofobia: después del tratamiento de la halitosis verdadera o de la pseudohalitosis, el paciente todavía cree de manera persistente que tiene mal aliento.
Como ya mencionábamos anteriormente, aproximadamente entre el 70 - 90% de los casos de halitosis genuinas o verdaderas son de origen oral, y de ellas la mitad se relaciona con algún tipo de patología periodontal (gingivitis y/o periodontitis) que en sí mismos son un problema de salud que debe ser tratado.
Numerosos estudios realizados durante los últimos años estiman que la halitosis puede afectar a cerca de un tercio de la población española, incidiendo especialmente en personas mayores de 60 años.
DIFICULTADES PARA SU DIAGNÓSTICO
Muchas de las personas que padecen halitosis no son conscientes de su problema, ya que es complicado detectar el mal aliento propio.
Quien padece mal aliento puede ser el peor evaluador de su propia condición. El paciente es incapaz de analizar de manera objetiva, por varios métodos, el grado de su Halitosis. En ocasiones, la propia sensación de mal sabor o sequedad en la boca, puede llevar a pensar que además se padece Halitosis.
TRATAMIENTO DE LA HALITOSIS
En función de la gravedad y el tipo de halitosis se tratará de una manera u otra, pero los tratamientos suelen ser sencillos.
Si es halitofobia (cuando el paciente piensa que tiene mal aliento pero en clínica no se detecta) el tratamiento debe ser psicológico.
En el caso de las halitosis de origen oral (el 90%) se aconseja una revisión completa dental, mejorar las técnicas de higiene con uso de hilo, cepillos interdentales o raspador de lengua según corresponda, y tratar todos los problemas dentales que puedan generar acúmulo de bacterias y el consiguiente mal olor (problemas de encías, caries, aparatos mal ajustados, fundas defectuosas...etc)
Además, desde consulta pueden recomendarse productos específicos de eficacia probada en función del caso. No te quedes con mal aliento, ven a consultarnos, nuestras primeras consultas son gratuitas.
Muchas gracias. Una información valiosa.
He trabajado con personas con halitosis, en ocasiones muy marcadas, y me preocupa porque ellos no eran conscientes. Se acercaban a tu mesa a mirar un papel, una pantalla del ordenador, y ... resultaba muy molesto.
¿Hay modo de darte cuenta de tu problema mismo sin dar lugar a que otros se sientan incómodos o, incluso, te lleguen a hacer un comentario?
Gracias!!!